En mayo de 2022, se inauguró en Jasna Góra la exposición "Gólgota del Este" y se llevó a cabo la consagración de la Capilla de la Madre de la Reconciliación de Jasna Góra. Este lugar conmemora a millones de polacos, víctimas de la Rusia zarista y del totalitarismo soviético, y transmite un mensaje sobre la fortaleza del espíritu humano, el perdón y la fe en la intercesión de la Virgen María. La consagración fue realizada por el arzobispo Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia.
El memorial fue creado en las casamatas del Bastión de Santa Bárbara, un edificio histórico con una larga y simbólica historia, que forma parte de las fortificaciones de Jasna Góra.
El concepto de "Gólgota del Este" fue creado por San Juan Pablo II, quien, al igual que sus compatriotas, experimentó dos totalitarismos: el nazismo y el comunismo. La parte más conocida de la "Gólgota del Este" es la masacre de Katyn.
Durante muchos años, esta atrocidad estuvo rodeada de un denso muro de silencio, que intentó derribar el padre prelado Zdzisław Peszkowski, un prisionero de Kozielsk milagrosamente salvado. Visitaba Jasna Góra, entre otras ocasiones, con peregrinaciones de los siberianos, y siempre hablaba de la necesidad de encontrar un lugar en Jasna Góra que recordara a las personas que murieron en el Este. También deseaba que este lugar fuera un llamado a la unidad, la reconciliación y el perdón.
Dentro del Bastión se han colocado dos imágenes especialmente significativas de la Virgen de Jasna Góra: la imagen de la "Madre de los Exiliados y Vagabundos", que compartió el destino de los polacos bajo el terror soviético, y el ícono de la Virgen de Częstochowa de 1991, que acompañó a las VI Jornadas Mundiales de la Juventud con Juan Pablo II – destacó el padre Arnold Chrapkowski, superior general de la Orden de los Paulinos.
La "Gólgota del Este" no solo está dedicada a la masacre de Katyn, sino también a la memoria de los deportados a Siberia tras las insurrecciones de noviembre y enero, y a los polacos que sufrieron represalias en el siglo XX. La exposición abarca hasta el 17 de septiembre de 1993, cuando los últimos soldados soviéticos abandonaron Polonia.
La historia del martirio de los polacos en el Este se presenta a través de placas de vidrio informativas. Además, se exhibe un documental en una pantalla especial.
El padre Jarosław Łuniewski supervisó la creación del memorial en nombre de la Orden y el monasterio.
En la ceremonia de inauguración de la exposición participaron representantes de la Fundación "Gólgota del Este", encabezados por su presidenta Helena Kurpińska, "niños exiliados", historiadores y paulinos, junto con el superior general, el Definitorio de la Orden y el prior de Jasna Góra, el padre Samuel Pacholski.